Mensaje Luis Palau
Home | Desde Mi Escritorio | Ministerio Evangelistico y Profetico La Gloria Postrera | Alcanzando Los No Alcanzados Evg Eduardo Leonardo | 3era Iglesia Pentecostal Luz en Medio de las Tinieblas | Juventud Cristiana en Pie | Cobertura Ministerial | UNIDAD '98 | Calendario de Eventos | Television | Programa Radial Unidos Para Vencer | Tienda | Zona Joven | Musica Cristiana | Peliculas Cristiana | Pagina de Video Clips | Mensajes en Audio y Video | Noticias | Biblia Online | Concordancia Biblica

 

Hace varios años, durante una de nuestras campañas, estábamos con nuestro programa de televisión. Durante dicho programa contesto preguntas en vivo a las personas que me llaman por teléfono al canal de televisión. Llamó una jovencita, hija de un juez de alta posición.

La muchacha tenía 21 años, y tres años atrás había descubierto que su padre tenía un enriedo amoroso con una compañera de colegio suya. El padre había hecho abandono del hogar para irse a vivir con esta "ex compañera", y la familia toda estaba sumida en profunda tristeza.

Queriendo vengarse de su padre, la chica había arruinado su vida, comportamiento que a la madre no importó demasiado. La joven se fue de su país, consiguió trabajo en una compañía de aviación, se dejó seducir por un médico casado, y empezó a vivir una vida disipada e inmoral.

Cuando llamó a nuestro programa de televisión, la muchacha dijo: "He hecho cosas feas que no quiero recordar, pero ahora quiero recibir a Cristo en mi corazón y empezar mi vida de nuevo, ¿puedo hacerlo?" "Claro que sí", le contesté. "¿Por qué no viene mañana al canal y te diremos cómo hacerlo?" La chica replicó: "No, quiero hacerlo ahora mismo, aquí en mi casa y por teléfono. Quiero que Cristo entre en mi corazón y me limpie y me de una vida nueva".

Fue entonces que allí, frente a las cámaras de televisión, ella en su casa y yo en el canal, la guié a recibir a Cristo. Para mí fue una experiencia conmovedora, y para ella fue el comienzo de una nueva etapa, una etapa de transformación profunda por el poder de Cristo.

Todo joven o señorita que haya caído, fracasado, que haya empezado mal, puede tener un nuevo comienzo, una nueva vida con Cristo en el corazón.

FUENTE: Sigueme Network